Tomar la decisión de volver con una expareja no es algo que se deba hacer a la ligera. Las emociones, los recuerdos y el peso del pasado pueden complicar las cosas.
Sin embargo, en mi caso, fue una elección consciente y llena de aprendizaje. No fue un acto impulsivo ni guiado por la nostalgia, sino el resultado de un proceso profundo de sanación, autoconocimiento y madurez.
Por eso, hoy quiero compartirte seis indicadores que me llevaron a dar este paso con seguridad y tranquilidad, y por qué creo que fue una gran decisión.
1. Pasó tiempo suficiente para sanar
El tiempo no siempre lo cura todo, pero sí nos da la distancia necesaria para ver las cosas con mayor claridad. En nuestro caso, el tiempo nos permitió sanar heridas, procesar lo que ocurrió y entender qué rol jugamos en la ruptura.
Ya no cargábamos con el peso de las emociones inmediatas ni con resentimientos. Volvimos desde un lugar de paz, no desde la necesidad o la dependencia emocional.
2. Ambos hicimos un trabajo interno e individual durante años
El reencuentro no hubiera sido posible sin un trabajo interno significativo. Ambos nos enfrentamos a nuestras inseguridades, miedos y patrones tóxicos. Durante años, cada uno trabajó en sus propias sombras, buscando crecer como individuo antes de pensar en una reconciliación.
No se trataba de volver para «arreglarnos mutuamente», sino de unirnos desde una versión más completa de quienes somos.
3. Ambos reconocimos y perdonamos nuestros errores
La reconciliación nunca hubiera funcionado si no hubiéramos aceptado nuestra responsabilidad en lo que salió mal. No se trataba de culpar al otro, sino de reconocer nuestros propios errores, pedir perdón de manera honesta y hacer los cambios necesarios.
Perdonar no significa olvidar, sino soltar el resentimiento para construir algo nuevo.
4. Hicimos un pacto de no hablar del pasado
Una de las claves para que esto funcionara fue dejar el pasado donde pertenece. Habíamos aprendido de nuestras experiencias, pero no queríamos quedarnos atrapados en ellas.
Decidimos mirar hacia adelante, construir desde el presente y no usar lo que ocurrió como arma en discusiones futuras. Este pacto fue liberador y nos permitió comenzar desde un lugar limpio y honesto.
5. Conocimos a otras personas y descubrimos que nos volveríamos a elegir
El tiempo separados también incluyó la oportunidad de conocer a otras personas. Estas experiencias nos ayudaron a entender mejor lo que buscamos en una relación y lo que valoramos en una pareja.
Al final, la conclusión fue clara: si volviéramos a elegir, sería a nosotros mismos. Esa certeza, nacida de la comparación y la reflexión, fue uno de los pilares más sólidos para nuestra reconciliación.
6. Elegimos no juzgarnos por el pasado ni por el tiempo que estuvimos separados
Para que una relación funcione, es fundamental dejar de lado los juicios. Ni nuestras acciones pasadas ni las decisiones tomadas durante el tiempo separados podían definirnos en el presente. Nos dimos la libertad de empezar de nuevo, sin recriminaciones ni reproches.
Este acto de aceptación mutua creó un espacio de confianza y respeto, esenciales para cualquier relación saludable.
Volver no siempre es retroceder
Muchas veces se nos dice que «volver con tu ex es un error» o que «las segundas partes nunca son buenas». Pero la realidad es que cada relación es única. No siempre se trata de volver atrás, sino de empezar de nuevo desde un lugar distinto.
Volver con mi ex fue una gran decisión porque no éramos las mismas personas que antes. Éramos dos individuos que habían crecido, que habían aprendido y que estaban dispuestos a intentarlo desde un lugar de amor, madurez y compromiso.
Si estás considerando una reconciliación, asegúrate de que sea desde un lugar de claridad y no de impulsividad. Evalúa si ambos han hecho el trabajo necesario y si están dispuestos a construir una relación basada en el respeto, la honestidad y el amor.
Porque volver no es suficiente: hay que volver diferente.
Cuentas con mi experiencia, lo que aprendí en el camino que ya recorrí y con las herramientas que puedo brindarte para que tomes la decisión que se acerque más a ti, a tus anhelos y deseos.
Maryari Vera
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