La neurodivergencia es un concepto que celebra y reconoce las variaciones en el cerebro humano. Este enfoque plantea que no existe una única manera «normal» de pensar, aprender y comportarse, sino que hay múltiples formas válidas.
En lugar de ver condiciones como el autismo, el TDAH, la dislexia, y otras como trastornos o deficiencias, la neurodivergencia sugiere que estas diferencias son variaciones naturales del cerebro humano.
Veamos en qué se enfoca la neurodivergencia en cada una de estas condiciones:
- TDHA
El TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) es otra manifestación de la neurodivergencia. Las personas con TDAH pueden tener dificultades para mantener la atención en tareas que consideran aburridas o rutinarias, pero a menudo sobresalen en ambientes que requieren creatividad, pensamiento rápido y resolución de problemas bajo presión.
La neurodiversidad nos ayuda a entender que el cerebro de alguien con TDAH simplemente funciona de manera diferente, y que con el apoyo adecuado, pueden ser increíblemente exitosos.
- Dislexia
La dislexia es una variación neurodivergente que afecta la capacidad de una persona para leer y escribir de manera convencional. Sin embargo, muchos disléxicos desarrollan habilidades excepcionales en otras áreas como la resolución de problemas, el pensamiento tridimensional y la creatividad.
En lugar de centrarnos únicamente en las dificultades que enfrentan, la neurodivergencia nos anima a reconocer y fomentar sus fortalezas únicas.
- Discalculia
La discalculia, que afecta la capacidad de entender y manipular números, es otra forma de neurodiversidad. Las personas con discalculia pueden encontrar estrategias alternativas para manejar tareas matemáticas y a menudo desarrollan habilidades compensatorias en otras áreas.
Este enfoque reconoce que la variabilidad en las habilidades matemáticas es una parte normal de la diversidad humana.
- TEA
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es quizás uno de los ejemplos más conocidos de neurodiversidad. Las personas con TEA pueden experimentar el mundo de manera muy diferente a las personas neurotípicas, a menudo con un enfoque profundo en detalles y patrones.
La neurodiversidad promueve la idea de que estas diferencias no son deficiencias, sino variaciones válidas del desarrollo neurológico que pueden aportar perspectivas valiosas y únicas a la sociedad.
- TOC
El Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC) también se enmarca dentro de la neurodiversidad. Las personas con TOC pueden tener patrones de pensamiento y comportamiento muy estructurados y repetitivos, lo que puede ser desafiante, pero también puede llevar a habilidades excepcionales en la planificación y la atención al detalle.
La neurodiversidad nos ayuda a apreciar estas cualidades en lugar de verlas solo como problemas que deben ser corregidos.
- Ansiedad
El trastorno de ansiedad social, aunque a menudo estigmatizado, también forma parte de la neurodiversidad. Las personas con este trastorno pueden tener una sensibilidad social aguda, que puede traducirse en una empatía profunda y una capacidad única para entender y conectar con las emociones de los demás.
La neurodiversidad nos recuerda que estas características pueden ser valiosas y deben ser apreciadas.
Reconocer y celebrar la neurodiversidad implica un cambio de paradigma importante en cómo entendemos y valoramos las diferencias neurológicas. En lugar de intentar «curar» o «arreglar» a las personas que piensan y perciben el mundo de manera diferente, debemos aprender a apoyar sus necesidades únicas y a aprovechar sus talentos.
Para más información sobre neurodiversidad y cómo podemos apoyar mejor a las personas neurodivergentes, no dudes en contactarme. Estoy aquí para ayudarte a comprender y valorar la increíble diversidad de la mente humana.
Con amor,
Maryari Vera
Psicóloga clínica
@maryapsicoterapia